Comunidades indígenas proveen agua segura y saneamiento básico en sus escuelas (baños, cañerías, bebederos de agua, y sistema de desinfección de agua)
Flavia Gómez es la presidenta del Comité de Desayunos de la escuela a donde asisten sus hijos, en la comunidad de San José Yashtinin, en Chiapas, México. En localidades como esta, las escuelas y los hogares no tienen agua corriente, no cuentan con baños funcionales y las personas, niños y adultos, consumen bebidas azucaradas, sin saber los efectos negativos que puede traer a sus vidas. Flavia es la líder de su comunidad para crear concientización sobre la higiene y sanidad de las familias indígenas.
“Antes tomábamos mucha Coca Cola, pero desde que nos platicaron que ésta nos puede enfermar, ya no lo hacemos tan seguido. En mi casa no teníamos el cuidado de lavarnos las manos con agua y jabón y tampoco nos bañábamos tan seguido por la falta de agua, pero ya aprendimos a cuidarla para que nos rinda más.”
Flavia fue convocada por el director de la escuela de su comunidad para iniciar las actividades del proyecto “Agua Segura para Niños y Adolescentes en Escuelas Rurales” con el apoyo de la organización Cántaro Azul. El director conjuntamente los maestros y otros padres de familia están llevando a cabo mejoras en la infraestructura de agua y saneamiento básico de su escuela, que se convertirá en el único lugar con acceso a agua potable de la comunidad. Se reemplazó la cisterna que ya no funcionaba, se colocó una bomba eléctrica para proporcionar agua en los baños y se construyó una caseta para el sistema de purificación de agua. De esta manera, niñas y niños tendrán acceso a agua segura y baños con agua corriente todos los días.
Nuevos lavamanos de la escuela con agua corriente
Al mismo tiempo, Flavia está participando en los talleres sobre prácticas alimentarias y de higiene saludables. Como presidenta del Comité de Desayunos Escolares, ella es la encargada de compartir con otras mujeres la información que recibe en los talleres tal como el uso del agua en la preparación de alimentos, las consecuencias del consumo de bebidas azucaradas, el lavado de manos y la higiene personal, todo con técnicas correctas y con los insumos necesarios.
Participar en el Proyecto también ha influido positivamente en los hábitos de salud de Flavia y su familia “Ahora mi familia ya se lava las manos con agua y jabón antes de comer. En la preparación de alimentos lavo y desinfecto las frutas y verduras, para que éstas no nos enfermen y nos nutran. Trato de preparar bebidas naturales como limonada para ya no comprar refresco embotellado y cuidar nuestra economía familiar”.
Flavia y las personas de la comunidad se sienten motivadas para seguir aprendiendo y mejorar la higiene y salud de sus familias. Participando de este proyecto y aplicando el aprendizaje, esperan disminuir las enfermedades gastrointestinales en menores y evitar contraer la Covid 19.